jueves, 30 de julio de 2015

CUEVA DE FUENTEMOLINOS (BURGOS)


                                       UN BAILE DE FORMAS Y COLORES









La cueva de Fuentemolinos con sus 4086 m. es la segunda cueva de conglomerado con más desarrollo de la península. Curiosamente, y excepto esta las ocho primeras están en Cataluña. Muchos dicen que esta cueva es la más bonita de Burgos y probablemente no les falte razón, aunque como siempre, todo depende de gustos.









 Cuando nuestros amigos de Burgos nos dijeron que tenían permiso y  que si queríamos ir a la cueva ni lo dudamos, rápidamente rehicimos los planes y allí que nos plantamos. Yo, personalmente, la tenía como una espina, ya que el fin de semana anterior estuvieron unos compañeros y no pude ir.

















Tal vez esta no sea la mejor cueva para hacer una excursión sin más con niños, ya que  tiene bastante cuerda pero si nuestros conocimientos y los del niño lo permiten sin duda merece la pena. Es una experiencia inolvidable.





La cueva tiene tres pisos y a los superiores se accede con cuerda. Tiene varios pasitos y metros de pasamanos. No es excesivamente compleja pero si tiene su gracia. La vuelta se puede acortar bajando directamente por un pozo de unos 20 m. que te deja en el rio.
No tenía muy claro cómo iba a responder mi hijo (Ibai) así que la idea era entrar sin prisa, sin objetivo fijo y  sin presión y en el momento que él quisiera darnos la vuelta tranquilamente.




Al poco de la hora de la quedada estábamos todos cambiándonos y, como siempre, haciendo gala de nuestro “buen humor”. Poco a poco empezamos con la pequeña cuesta, equipada con cuerdas y sirgas hasta llegar a la verja que cierra la cueva.
Se entra por un pequeño pasadizo artificial algo más elevado que la entrada natural. Íbamos un nutrido grupo de adultos (por llamarnos de alguna manera) y nos acompañaban tres niños de 4 (Marco), 8 (Ibai) y 12 ( Lisa)años.




 Al poco de andar por el pasadizo llegamos al río y a lo que es la cueva natural. Pequeña cascada que se pasa con un pequeño pasamanos y a caminar por el agua  un buen rato. En el río, por lo general, cubre poco, excepto en algún pequeño pozo que bordeamos sin problema.
Empiezan a aparecer bonitos rincones, fotos, pero ya dijo Carlos “no te molestes, que esto no es nada para lo que vas a ver arriba. Aún no ha empezado la fiesta.”
Y, para cuando queremos darnos cuenta ya estamos en la subida al primer piso. El rio continúa algo más. Una bonita galería la que hemos hecho. Marcos, el benjamín del grupo nos abandona (muy a su pesar) y mi hijo no duda en seguir. Lo veo muy feliz, así que yo encantado. Elisa, , también esta con ganas.






El acceso al primer piso (pequeña vertical y rampa) estaba instalado en fijo. Los peques subieron.muy bien Aquí la morfología de la cueva cambia completamente: se ven bonitos rincones y formaciones y enseguida el famoso paso de “la decisión”, un agujero que hay que superar estirando una pierna y subiendo un poco. Un paso un tanto aéreo. Los niños siguen bien  y además sigue la fiesta: una sucesión de pasamanos y algún paso hasta llegar a la base del pozo que nos lleva al 3º piso, aunque un paso largo en oposición, nos hizo acabar en el agua, si no fuera por estos momentos….




Yo sobre todo voy atento de Ibai, que se lo está pasando en grande. Los compañeros también nos ayudan y así vamos subiendo el pozo que nos lleva al último nivel. Hay una cuerda (mejor). Mis compañeros comentan que antes no estaba pero que se le va a hacer, de aquí y tras unos pasitos llegamos a la rampa que conduce a la última galería, la más bonita. Es una rampa ascendente y alguno dice que es el 4º piso. Pero bueno…
Ya en la entrada de la galería nos quitamos los arneses y demás hierros ,y para adentro. La entrada ya es todo un espectáculo con bonitas formas y variados tonos, un pequeño lago de aguas verdosas y un mar de estalagmitas, estalactitas, columnas, y demás  a lo largo de la galería. Llegamos a un “tapiz de formaciones blancas” donde dice la leyenda  que hay un murciélago fosilizado, pero no lo vimos. Realmente, la naturaleza se nos muestra generosa




Bonita gatera y paseo hasta la colada final. Estamos muy cerca de la superficie pero no se ha encontrado conexión. Mi hijo está feliz, correteando de un lado para otro, como una moto…
Pero todo acaba y toca volver. Vamos poco a poco hasta el pasamanos descendente (tal vez sea esto lo peor para los peques) que nos deja en la base de un pozo (unos 22 m.) que nos pone directamente en el río.
Lisa e Ibai bajan acompañados y como campeones. Ya no queda más que seguir aguas abajo hasta la salida, donde llegamos después de 7 horas. Una muy grata experiencia.





Yo, la verdad, es que no sabía muy bien cómo iba a responder mi hijo y me sorprendió gratamente. Salió feliz y también yo de verlo así.
Esta cueva, sin duda, nos ha marcado un antes y un después pero, francamente, viéndole, lo que haga falta. Chapeau también, por supuesto, para Lisa y Marco.



Mi hijo todavía me habla hoy con satisfacción de esa cueva y yo, pues qué queréis que diga, que tengo que buscar el babero.

No quisiera acabar, sin agradecer a todos los compañeros, por la ayuda y el apoyo con los niños,, ya que sin el no hubiéramos llegado al final. Mis más sinceras gracias a .todos.









….