Muy cerca de la carretera que lleva al alto de Orduña, pero en la provincia de Burgos, se encuentra esta curiosa cueva.
De ella se dice que un “buscador de tesoros” con un pico y
una pala fue enlazando las pequeñas salas, creando pequeños laminadores (
gateras o pequeños pasos ), y que ya en el último abandonó el pico y la pala
con el que había acometido tal empresa.
Un bonito agujero en la hierba nos invita a entrar, y una
pronunciada rampa nos deja en una sala bastante grande (50x10x8).
Según hemos bajado y a nuestra derecha, entre restos de hoguera y algún antiguo utensilio, sale la famosa galería del buscador, que es, en efecto, un rosario de pequeñas salas enlazadas por laminadores.
Esta fue una de las primeras cuevas que hicimos (hace ya casi
tres años) y la recuerdo con agrado, con esos curiosos laminadores. No sé qué
nos parecería hoy pero seguro que disfrutaríamos igualmente.
En cuanto al pico y la pala, nosotros no los vimos, pero no tengo claro que hiciéramos el último laminador, aunque creo que nos asomamos y no vimos nada.
Una cueva para disfrutar con los niños, aunque esta, no sea
el mejor ejemplo de conservación, aún
así, nos pareció muy recomendable.
Aunque quién sabe, si sería la alegría del principiante.
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